En el punto de venta, todo gira en torno al “shopper”, ese comprador que, al recorrer los pasillos, toma decisiones clave para el hogar. Influenciar esas decisiones no es cuestión de azar; es el resultado de aplicar diversas disciplinas como category management, shopper marketing, neuromarketing, merchandising, señalética, ambientación (musicalización, iluminación, calidez, trato del personal), precios psicológicos, entre otras. Estas herramientas, respaldadas por análisis y conocimiento, son el pilar de las estrategias modernas de marketing y ventas.
Aunque cada una de estas áreas tiene un impacto profundo, hay una regla que sintetiza su esencia: “Quieres vender más, ubica bien tus productos”. La ubicación estratégica no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también impulsa los resultados financieros.
Para maximizar la efectividad:
- Zonas calientes: Destina estos espacios a productos con mayor margen o ROI. Estas áreas de alta visibilidad y tráfico garantizan que los productos clave atraigan la atención del comprador.
- Zonas frías: Úsalas para promociones y productos que necesiten un impulso adicional, maximizando así su rendimiento en espacios menos concurridos.
- Productos infantiles: Ubícalos a la altura de los niños. Este detalle estratégico fomenta compras impulsivas que, en muchos casos, son aprobadas por los adultos que los acompañan.
La correcta exhibición no solo incrementa el margen de tus productos, sino que también fortalece el ROI para el minorista. Es una sinergia que beneficia a ambas partes, generando un impacto positivo y sostenible en el punto de venta.
Recuerda, vender más no es solo cuestión de qué productos ofreces, sino también de dónde y cómo los presentas. Exhibir estratégicamente es invertir en éxito.

Fuente: https://es.slideshare.net/difer3186/como-organizar-productos-en-un-almacen
