CUIDA TUS NIVELES DE PRECIOS, PLANEA BIEN TUS PROMOCIONES

El mercado funciona como un ecosistema dinámico, donde cada participante en la cadena de distribución aporta valor y, a cambio, recibe una recompensa económica. Distribuidores, supermercados, mayoristas y minoristas existen porque cumplen roles esenciales que aseguran la llegada de los productos al consumidor final, mientras generan utilidades que sustentan sus operaciones.
Cuando hablamos de bienes manufacturados, cuidar los niveles de precio y planificar adecuadamente las promociones no es solo una tarea estratégica; es una responsabilidad crítica. Un error de cálculo puede desequilibrar este delicado sistema, afectando tanto a la cadena como a tus resultados.
El desafío de las promociones
Un ejemplo recurrente en este ámbito es la implementación de ofertas en el canal de supermercados. Si estas promociones no se diseñan correctamente, pueden provocar flujos no deseados de productos hacia otros canales. Imagina que un descuento agresivo en supermercados desplaza ventas del canal tradicional (mayoristas y minoristas), perjudicando sus operaciones. Este tipo de distorsiones no solo compromete tu cuota mensual, sino que también genera descontento entre los distribuidores afectados.
Planificación inteligente: la clave para evitar errores
El diseño de promociones debe ser preciso y estratégico. Es crucial que estas sean temporales y estén orientadas a generar ventajas competitivas sin desestabilizar el ecosistema comercial. De lo contrario, el único beneficiado será el canal que reciba la promoción, mientras el resto de la cadena enfrenta pérdidas y tensiones.
La regla de oro
Cuida tus niveles de precios y diseña tus promociones con visión integral. Asegúrate de que cada acción fortalezca el equilibrio entre canales y maximice el valor a lo largo de toda la cadena de distribución. En un entorno de consumo masivo cada vez más competitivo, esta estrategia no solo garantiza la sostenibilidad de tu operación, sino que también te posiciona como un socio confiable dentro del mercado.
Planificación, control y visión global son las claves para prosperar en el hiperactivo mundo del comercio de bienes manufacturados. ¡Haz que cada decisión cuente!
