En el Perú, la cadena de frío es un reto logístico que limita la distribución de muchos productos como carnes, vegetales y comidas preparadas. Sin embargo, hay una industria que ha logrado sortear estos desafíos con éxito: los helados ready-to-eat en presentación individual, con D’Onofrio como el referente más grande en el mercado.
Detrás de cada helado que se vende en la calle hay un modelo de distribución basado en pequeños emprendedores que dependen de una infraestructura móvil y soluciones como el hielo seco para mantener la temperatura adecuada. Pero, ¿cómo hacer que este modelo sea sostenible y rentable para todos los involucrados? La clave está en encontrar la mezcla perfecta entre margen, tecnología y espíritu emprendedor.
La Realidad de la Cadena de Frío en el Perú
Transportar y mantener productos congelados en un país caluroso como el Perú, especialmente en la costa durante el verano, es una operación costosa. La falta de infraestructura obliga a las empresas a invertir en equipos especializados, financiamiento y concesión de heladeras para asegurar la calidad del producto hasta el consumidor final.
En este contexto, los heladeros son verdaderos emprendedores que forman la última milla de distribución. Con carretillas diseñadas para conservar el frío y abastecidas con hielo seco, logran llevar el producto a parques, playas y calles de alto tráfico.
Pero mantener esta operación tiene costos ocultos que no siempre se ven a simple vista.
Costos Claves de la Cadena de Frío Móvil
Para entender cómo funciona este modelo, desglosamos los costos que un heladero debe asumir mensualmente:
| Concepto | Costo diario (S/) | Costo mensual (S/) |
| Hielo seco | 40 – 60 | 800 – 1,800 |
| Carretilla (alquiler) | Oct-20 | 300 – 600 |
| Stock de helados | Variable | Depende de ventas |
| Movilidad y permisos** | Variable | 2,650 – 4,000 |
* Basado en 30 días de operación.
*Los costos de movilidad y permisos incluyen transporte a zonas estratégicas y tarifas municipales por operar en ciertos espacios públicos.
El Equilibrio de Rentabilidad
Un heladero debe cubrir estos costos y, además, obtener una ganancia atractiva. Si consideramos que el precio moda de un helado está entre S/2 y S/5, y que un heladero puede vender entre 100 y 200 unidades al día en temporada alta, que este es un negocio que absorbe el IGV por su informalidad (no hay créditos fiscales), el ingreso bruto diario oscila entre S/200 y S/1,000.
Pero ¿cuánto le queda realmente? Considerando un costo del 60% del precio de venta, la movilidad y los permisos, el ingreso neto de un heladero puede alcanzar hasta cerca de S/5,500 mensuales, una cifra competitiva para el autoempleo en el país.

Este es el tipo de negocio que, bien estructurado, permite financiar y sostener la cadena de frío de manera eficiente.
¿Cómo Optimizar Este Canal?
Para lograr un canal eficiente que combine buenos márgenes, tecnología y emprendimiento, hay tres aspectos clave a mejorar:
- Optimización de Márgenes:
- Ajustar precios de compra de insumos como el hielo seco.
- Negociaciones para reducir costos de movilidad y permisos.
- Uso de Tecnología:
- Desarrollo de carretillas con mejor capacidad de aislamiento.
- Aplicaciones móviles para optimizar rutas y predicción de demanda.
- Fomento del Emprendimiento:
- Esquemas de financiamiento accesibles para nuevos heladeros.
- Capacitación en gestión de costos y estrategias de venta.
Cuando combinamos estas variables, el modelo de negocio se vuelve más sostenible, asegurando que los heladeros puedan crecer, generar ingresos estables y contribuir al acceso de helados en más rincones del país.
Conclusión: Un Modelo de Éxito con Espacio para Crecer
La cadena de frío para helados en el canal Ready to Eat móvil en el Perú es un caso de éxito dentro de un mercado con grandes desafíos logísticos. La combinación de emprendedores motivados, tecnología adecuada y márgenes bien estructurados puede hacer que este modelo sea más eficiente, escalable y rentable para todos.
¿Qué opinas? ¿Cómo crees que se puede mejorar este canal? Comparte tu experiencia y/o perspectivas escribiéndome, estaré encantado de leerte.
